Rio+20 anda en pantuflas

Rio+20 anda en pantuflas

por Anyuri Betegón

Amaneció el tercer día de las negociaciones y las promesas quedaron por cumplir. La ceremonia de inauguración del PrepCom III (Comité Preparatorio encargado de establecer el programa, concluir la redacción de la declaración de principios, plan de acción y decidir las modalidades de participación de otros interesados en la Cumbre), debía adoptar una agenda, la cual no fue aceptada. Ésta tenía como objetivo tres puntos: el logro de un acuerdo conjunto, la finalización del documento “The Future we Want” (El Futuro que queremos) y decidir el status de la participación de Palestina en esta conferencia.

Al no aceptar la agenda, se rechazó el inicio del PrepCom III, haciendo así de estas negociaciones un conjunto de conversaciones informales. Para sorpresa de todos el día de ayer durante la ceremonia de clausura se adopta la agenda (lo que significa que inician la reunión oficialmente), pero luego de una hora clausuraron con broche de oro estas negociaciones oficialmente informales, que dieron como resultado el consenso en 119 párrafos y más de 199 párrafos con corchetes. Estos párrafos que no han sido acordados serán pulidos por el gobierno de Brasil.

Ahora que el gobierno de Brasil ha tomado la responsabilidad de moderar las negociaciones y moldear el documento final, nos preguntamos si el resultado no acabará por desilusionar a las masas que no han sido escuchadas. La preocupación nace debido a que la conferencia en general ha dejado un sabor de caos, desorganización, y de poca ambición hasta el momento.

Las negociaciones siguen avanzando para atrás como los cangrejos. Y Rio+20 anda en pantuflas sin darse cuenta de que la posibilidad de un futuro sostenible un futuro en donde la vida de muchos está en juego y que no se puede seguir durmiendo.

 

Traducción al inglés:

Rio+20 walks in slippers

by Anyuri Betegón

The third day of negotiations landed on the Rio+20 Conference with promises still unmet. The opening ceremony of the PrepCom III (Preparatory Committee responsible to establish the program, complete the draft declaration of principles, action plan and decide the modalities of participation of other stakeholders of the Summit) should have adopted their agenda, but didn’t. This agenda consisted on three points: achieving a joint agreement, completing of the final document, and deciding Palestine level of participation in this conference.

By not accepting the agenda, the PrepCom III was rejected, thus making the negotiations a number of informal conversations. To everyone's surprise, yesterday during the closing ceremony the agenda was adopted (which means that the meeting officially started), but after a short time it was closed with a whim. These officially informal negotiations resulted in the agreement of 119 paragraphs but more than 199 paragraphs were left in brackets. These paragraphs that were not agreed upon have been edited by the Brazilian government.

Now that the Brazilian government has taken over the responsibility for moderating the negotiations and reshaping the final draft of the future we want document, one may ask whether or not the result will ultimately disappoint the masses who haven’t been heard. The conference in general has left a taste of disorganization and chaos, and no ambition so far

Negotiations are moving backwards like a crab. The Rio +20 conference walks in slippers without realizing that the possibility of a sustainable future is at stake and that we cannot stay asleep.

Información y sustentabilidad agrícola en Rio+20

By Juan Olmedo    

La transferencia de información es un pre-requisito para la sustentabilidad. Sólo compartiendo experiencias y conocimiento podremos superar la crisis ambiental, social, alimentaria, económica, etc. en la que nos encontramos. En la conferencia de Rio+20 miles de personas de todo el mundo intercambian información de muchas maneras. Algunos utilizan twitter y facebook, otros hablan por teléfono o dan ponencias y muchos otros negocian documentos oficiales de la ONU. Existen casi tantas formas de comunicación como participantes en la conferencia, en algunas de ellas la información es vertical y unilateral, y en otras las personas se involucran en conversaciones de igual a igual. Las formas verticales de comunicación son las más evidentes al entrar a la conferencia y van desde el sistema de permitir acceso a distintos espacios sólo a ciertas personas (evitando así la interferencia de grupos o ideas cuyas voces no quieren ser escuchadas) hasta los paneles y carteles que se encuentran por doquier, como aquel de Coca-Cola en el que la corporación multinacional nos invita a trabajar juntos por un futuro más sustentable. Estos mensajes tratan de convencer a las personas de apoyar modelos, proyectos o ideas particulares, como que beber refresco es bueno para el medio ambiente o que la mercantilización de la naturaleza es la solución a nuestros problemas.

Un área en la que grupos poderosos están interesados en imponer ideas en vez de crear diálogo es la agricultura. Durante un simposio sobre formas innovativas de transmitir información agrícola, organizado por la Unión Mundial de Agricultores, miembros de sistemas de extensionismo rural de varios países (inlcuyendo Kenia, Tanzania, Estados Unidos, Australia, India y otros) expresaron sus ideas acerca de cómo propagar información para crear una agricultura sustentable. Los expertos en extensionismo, lejos de promover sistemas novedosos de transferencia de conocimiento, hicieron énfasis en la importancia de continuar con el mismo modelo que ha sido aplicado desde los inicios de la revolución verde. Los panelistas descartaron el conocimiento que tienen los agricultores acerca de cómo trabajar en sus condiciones locales, alegando que el conocimiento que se propague tiene que ser científico y sistémico. Esto implica una comunicación unilateral, en la que el conocimiento de universidades y laboratorios es simplemente transmitido a campesinos, quienes deben seguirlo. Los panelistas también dijeron que el sector privado tiene la obligación de financiar la creación y transmisión de esta información; esto es particularmente grave porque implica que el conocimiento a ser propagado será decidido, no en base a las necesidades de los campesinos, sino en las posibilidades de compañías privadas de obtener ganancias económicas. Esto implica que las semillas, y paquetes tecnológicos que se promoverán serán aquellos que hagan a los campesinos más dependientes de compañías, en vez de desarrollar sus propios sistemas creados según las necesidades de cada familia y unidad de producción.

De hecho, en la mayoría de los eventos dentro del foro de negociación se habla de una mayor utilización de agrotóxicos, tecnologías caras, semillas transgénicas patentadas, y cadenas de mercado verticalmente integradas como la solución para crear una agricultura sustentable. El desdén hacia lo que los agricultores tengan que decir sobre su futuro es tal que un panelista de Brasil dijo que no ve futuro para la agricultura familiar en su país, sin mencionar cuál será el futuro de las cuarenta y cuatro millones de campesinos que se dedican a este oficio. El desdén hacia la realidad de la gran mayoría de los agricultores es tal que en las negociaciones sobre alimentación y agricultura, los negociadores de los Estados Unidos se opusieron a que se hablara de tecnologías con precios accesibles, y propusieron que se hablara en vez de ello de promover solamente “tecnologías innovadoras”. Este desdén no se basa en la ignorancia o el simple desinterés sino en intereses económicos muy importantes. Los pequeños agricultores de todo el mundo llevan estilos de vida caracterizados por su sencillez y sustentabilidad, utilizan pocos recursos comprados y producen gran parte de lo que consumen. Esta forma de vida no conduce a ganancias multimillonarias por empresas extranjeras, sus tecnológicas son baratas y duraderas , producen sus propias semillas y mantienen variados niveles de independencia en relación a los mercados internacionales. Las políticas orientadas a destruir la agricultura sustentable tratan de convertir a millones de campesinos en consumidores de agroquímicos, semillas y costosas tecnologías exóticas que frecuentemente no responden a sus necesidades. Evidentemente, los delegados no están interesados en qué tecnologías se necesitan, sino en cuáles presentan oportunidades de negocios: “innovador” es entendido como algo que puede venderse.

La conferencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sustentable intenta encontrar soluciones para los problemas sociales y ambientales, pero como lo dijo Albert Einstein “no podemos resolver problemas pensando de la misma forma que cuando los creamos”. En el caso particular de la agricultura, pensar en soluciones simples y globales, tomar decisiones de forma autoritaria y unilateral e imponerlas sobre grupos menos poderosos, ha causado los problemas que tenemos. Hoy producimos suficiente comida para alimentar a dos mil millones de personas más de las que existen en el planeta y sin embargo, la séptima parte de la humanidad sufre hambre; la agricultura es una de las mayores fuentes de contaminación de suelos, aguas y aires; y la gran mayoría de los campesinos del mundo viven en condiciones de pobreza y marginación. Las soluciones planteadas en Rio+20 para crear una economía verde son las mismas que han creado esta situación y su sola implementación puede ser agravar aún más las crisis. La transición hacia una agricultura verdaderamente sustentable que garantice una alimentación apropiada para todas las personas, proteja el medio ambiente y asegure el bienestar de las personas involucradas en ellas necesita de un paradigma distinto y de nuevas formas de comunicación. La comunicación horizontal y la cooperación entre individuos y comunidades podría alejarnos de las falsas soluciones de sustentabilidad negociadas por los gobiernos y las organizaciones internacionales y acercarnos más a un modelo creado colectivamente por todos los productores y consumidores. Solo compartiendo información podremos recuperar el verdadero significado de sustentabilidad.

Beyond Their ‘Monkey Business’ Future

By Nimisha Bastedo

The discussion ended at the first Preparatory Committee meeting for Rio+20 back in May 2010. It ended when all of the people’s concerns were not implemented into that “zero-minus draft” that formed the basis of these negotiations. For twenty years, negotiators have led us through this bracketing and un-bracketing, and now they are being put up in $500-a-night hotels to “monkey around” once again. Uchita de Zoysa from the Center for Environment and Development (CED) Sri Lanka sent this message out loud and clear at the Side Event on the need for a rights-based approach to sustainable development on Thursday. “What is the use of talking to people who do not hear? There is nothing on the table in there, except for a few dangerous ideas. Conventions have become and industry. Hypocrisy grows in mountainous ways.” Uchita continued his passionate talk by saying that reaction is not enough – that we need to create a global people’s movement to ensure that rights are the bottom line. I asked how we as youth can unite our voice with the rest of the people’s voice over the next few days and draw that bottom line so strongly that if it is ignored, no one can pretend that Rio+20 is a success. Here is his response:

Uchita

Reaction to Brazil’s “Presentation of a New Text”

Julian gives an update on today's events: As host country, Brazil takes charge of negotiations, and developes a new text (with merged and newly agreed-upon paragraphs) for the work to continue on. Then they distribute it…in the delegates-only pavilion. Oh, and Switzerland wants to go to the beach.